Muchas veces se cuentan historias de manera humorísica, pero que sin embargo encierran grandes verdades. En este caso se trata de nuestra ingenua tendencia a compararnos con los demás.Se cuenta que un mecánico estaba en su taller desmontando el cabezal de una moto, cuando ve a un famoso cardiocirujano pasar por la puerta. Entonces, le grita:
- Hey!, Doctor ¿puedo hacerle una pregunta?
El cardiocirujano se detiene, asiente, se acerca a la moto desarmada, y el mecánico le dice:
- Doctor, mire el motor; abro su corazón, saco las válvulas, las reemplazo, lo cierro nuevamente y cuando termino vuelve afuncionar como si fuera nuevo. Entonces, ¿cómo es posible que usted gane tanto y yo gane tan poco, si en realidad nuestro trabajo es prácticamente el mismo?
- Hey!, Doctor ¿puedo hacerle una pregunta?
El cardiocirujano se detiene, asiente, se acerca a la moto desarmada, y el mecánico le dice:
- Doctor, mire el motor; abro su corazón, saco las válvulas, las reemplazo, lo cierro nuevamente y cuando termino vuelve afuncionar como si fuera nuevo. Entonces, ¿cómo es posible que usted gane tanto y yo gane tan poco, si en realidad nuestro trabajo es prácticamente el mismo?
El cardiocirujano sonríe, se inclina, y en voz baja le contesta:
- Intente hacerlo con el motor funcionando…
